El momento más esperado de Splash (postergado hasta el final del programa) fue el salto de Falete. El salto desde el trampolín de Falete fue a las 00.35 horas y congregó a 5,4 de televidentes, lo que supone más del 41 % de cuota de pantalla según Vertele.com.
El artista demostró en las imágenes de los entrenamientos ser uno de los más rebeldes del concurso y Emilio Ratia le reprochó en la gala que no había sido constante ni se había esforzado. En el vídeo se veía a Falete negándose a saltar, incluso a meterse en el agua. Llegó a esconderse en los vestuarios para fumar (esta escena fue emitida con las imágenes pixeladas).
Aunque estaba previsto que Falete se lanzase desde el trampolín desde tres metros de altura, una vez que estaba todo listo, el artista desapareció un momento. Algunos creyeron incluso que abandonaba. No fue así. Falete subió las escaleras de Splash hasta los cinco metros y desde allí se lanzó.
Cuando salió del agua, Falete aprovechó para bromear sobre que su bañador (un extraño diseño con volantes) ya había sido trending topic en Twitter antes de su salto. El jurado de Splash no tuvo clemencia con Falete y le dio una de las puntuaciones más bajas. Falete fue muy claro «yo no vengo a competir, vengo a pasármelo bien» afirmó.
Daniela Blume había sido la primera en tirarse del trampolín. Cada concursante saltó desde una altura dependiendo de sus capacidades. Toñi Salazar saltó desde tres metros, no sin antes aportar una buena dosis de drama al momento diciendo que no sabía nadar. Finalmente tras los votos del jurado y el público, pasaron a la siguiente fase Daniela Blume, Miki Nadal, Juan José Ballesta y Gervasio Deffer.
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